...El Mar de Londres...
Ese Rubiano tuyo, ese Mario tan nuestro
esa barba de tres días, esa muñeca de maestro
y sobre todo mía;
esas ventanas convertidas en meses,
esos ojos oscuros se nos han marchado a Londres.
¿Quién te habría dicho amigo hace dos años, que la ola
de tu flequillo maniquí era sólo una gota
del mar de dudas en el que ahora te ahogas?
Mar salada, mar azul y siempre mal llorada;
ríos como lágrimas, un infierno con nombre de agua.
Charcos bebidos compartiendo su genial humor
...océanos mezquinos atragantados por tu amor.
Sueñas con delfines para verla más de cerca,
tranquilo compañero, voy a regalarte unos esquíes
para que de una vez pases por encima de ella.
Una noche, cuando desayunabas en la terraza
tecleabas y asomó el sol por el horizonte
"hacina tu más peor mal del mar en tu mejor taza
y bébetela, no más sentimientos rotos en su caza;
olvídate del agua, vuelve al suelo, baja del cielo, pisa los montes
y pasaporte en mano ve a nadar donde sólo tú podrás estar...
a tu ansiado Mar de Londres".
esa barba de tres días, esa muñeca de maestro
y sobre todo mía;
esas ventanas convertidas en meses,
esos ojos oscuros se nos han marchado a Londres.
¿Quién te habría dicho amigo hace dos años, que la ola
de tu flequillo maniquí era sólo una gota
del mar de dudas en el que ahora te ahogas?
Mar salada, mar azul y siempre mal llorada;
ríos como lágrimas, un infierno con nombre de agua.
Charcos bebidos compartiendo su genial humor
...océanos mezquinos atragantados por tu amor.
Sueñas con delfines para verla más de cerca,
tranquilo compañero, voy a regalarte unos esquíes
para que de una vez pases por encima de ella.
Una noche, cuando desayunabas en la terraza
tecleabas y asomó el sol por el horizonte
"hacina tu más peor mal del mar en tu mejor taza
y bébetela, no más sentimientos rotos en su caza;
olvídate del agua, vuelve al suelo, baja del cielo, pisa los montes
y pasaporte en mano ve a nadar donde sólo tú podrás estar...
a tu ansiado Mar de Londres".
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